Finca Allende
Plaza Ibarra, 1. 26330 Briones, La Rioja
Web: www.finca-allende.com/es
T 94 132 23 01
Miguel Ángel de Gregorio, ingeniero agrónomo, enólogo y natural de La Mancha, solo tenía 9 meses cuando su familia se trasladó a La Rioja. Allí su padre, Nicolás de Gregorio, trabajó como responsable del viñedo en la histórica bodega Marqués de Murrieta.
Con estos antecedentes, siempre ligado a la viticultura y al vino, Miguel Ángel de Gregorio decidió en 1995 y tras dirigir Bodegas Bretón y haberla situado en el mapa riojano, crear su propia bodega y proyecto personal. Se trata de Finca Allende, en Briones (Rioja Alta), una tierra y un terroir que lo atrajeron desde el primer momento. Desde entonces se ha consolidado como una de las figuras imprescindibles del mapa vitícola de Rioja, revolucionario e impulsor de otra filosofía y métodos de elaboración desde la década de los 90.
Los inicios de este nuevo proyecto fueron humildes y las primeras añadas se elaboraron en una antigua bodega de alquiler en la misma zona de Briones, para más tarde trasladarse a otra en San Asensio. No fue hasta el año 2002 cuando finalmente cumplió su objetivo y finalizaron las obras de su bodega –Palacio Ibarra datado de 1675– ubicada también en Briones, con muchos más medios e infraestructuras.
Respecto a los viñedos, en Finca Allende, hay algunas fincas que reúnen características especiales para la viticultura y con las que elaboran vinos de parcela.
Finca Mártires está compuesta solo por cepas de viura, plantadas en 1970 a 535 metros sobre suelos franco-arcillosos. Finca Calvario mezcla un 90% de tempranillo, un 8% de garnacha y un 2% de graciano sobre suelos de grava y piedra, con cepas plantadas en 1945. Y las viñas de Finca Aurus, un 85% de tempranillo y un 15% de graciano, tienen una edad media de 60 años y se encuentran sobre suelos arcillosos con gravas en profundidad. Además, con la añada 2015 se presentaron dos nuevos vinos de parcela: Gaminde, un paraje de 14 hectáreas del que solo se utilizan 4 que datan de 1942, y Mingortiz, una finca plantada en 1964 a más de 500 metros de altitud con suelos arcillo-calcáreos.
El resto de los viñedos se reúnen en los alrededores de Briones, con una edad media de 45 años y un suelo principalmente arcillo-calcáreo con sustrato de gravas calcáreas, recuerdo de un pasado aluvial que permite el desarrollo de las raíces en profundidad.
Miguel Ángel de Gregorio defiende el trabajo en el viñedo y aplica un cultivo sostenible y respetuoso con el medio ambiente y los ciclos naturales de la viña, que se vendimian manualmente para una posterior selección en bodega de las mejores bayas y racimos. La bodega dispone también de depósitos de fermentación de acero inoxidable, tinos de madera de diferentes tamaños y una cava subterránea donde se crían los vinos en barrica.