Castillo de Monjardín está emplazada al lado de un castillo ancestral del siglo IX, en el Valle de San Esteban, en la subzona de Tierra Estella. La familia Del Villar fundó la bodega en el año 1986, cuando empezaron a restructurar el viñedo, e inauguraron instalaciones de bodega nuevas en 1994. La dirección enológica corre a cargo de Jesús del Río. La propiedad tiene 220 ha de viñedo, en una zona magnífica para su cultivo, ubicadas en laderas soleadas y refrescadas al anochecer, durante los veranos calurosos, por el viento del cierzo. El cultivo del viñedo está situado entre 400 y 650 m de altitud, conducido en cordon royat con un marco de plantación de 3 x 1,5 m. Su emplazamiento privilegiado permite conseguir vinos con buen potencial aromático y aptos para envejecer. Vendimian una media de un millón de kilos de uva cada año, de la que sólo elaboran las mejores partidas -unos 500.000 kg- y el resto la venden.
Con el objetivo de obtener la mejor calidad, las cepas están injertadas con clones poco productivos de cabernet sauvignon, merlot, tempranillo, garnacha, pinot noir, chardonnay y sauvignon blanc. De toda la propiedad destacan varias parcelas, todas con suelo arcillo-calcáreo. La finca Carasoles (11 ha) está plantada con cabernet sauvignon, en ladera y con rendimientos de 5.700 kg/ha. La finca el Corral (11 ha) está en un llano plantado con merlot que ofrece rendimientos de 5.700 kg/ha. La finca Rellenada (11 ha) se encuentra en una ladera y está plantada con chardonnay sobre un suelo con cubierta vegetal para controlar el vigor y el rendimiento de las cepas, obteniendo una producción de 6.000 kg/ha. La finca Azqueta (9 ha) también está plantada con chardonnay, en una ladera muy pronunciada y dejando cubierta vegetal. La finca Auza (4 ha) también está en una ladera pronunciada, plantada con pinot noir, dejando una cubierta vegetal sobre un suelo pedregoso, obteniendo rendimientos de 6.500 kg/ha. La finca Cañas (8 ha) plantada con tempranillo sobre un llano, tiene rendimientos de 6.500 kg/ha. La climatología es seca y ligeramente húmeda a la vez, con una media anual de 630 mm de lluvia y acentuados intervalos de temperatura (8ºC y 30ºC) entre día y noche, que favorecen la concentración de azúcar y retención de acidez en la uva. La bodega dispone de 4.000 m2 distribuidos en diferentes naves escalonadas, una para cada nivel de elaboración, con un desnivel entre ellas de 12 metros para facilitar los trasiegos del vino, con el fin de practicar el mínimo de bombeos. Todas las naves están orientadas al norte y semienterradas en la montaña, favoreciendo una temperatura y humedad idóneas para la buena conservación del vino. La capacidad de elaboración es de 1.500.000 L y, normalmente, vinifican 1.500.000 kg al año.
La vendimia se hace de forma mecanizada para optimizar el mejor momento de la recolección. Disponen de prensas neumáticas para maceraciones peliculares de los vinos, depósitos de acero inoxidable de diferentes tamaños para controlar las fermentaciones y dirigir lotes de vendimia. La sala de crianza tiene 1.600 barricas de 300 L de roble francés y americano. También cuentan con una sala donde afinan el vino, con capacidad para 500.000 botellas.