Añada 2022 en Sierra de Gredos por Daniel Landi

Un otoño lluvioso y de cálida luz fue seguido por un invierno seco y despejado donde la temprana flor de los almendros dio abruptamente paso a un marzo frío. Apenas alguna nevada aislada en todo el invierno, pero mucha lluvia en el comienzo de la primavera. Entre marzo y abril cayeron quinientos cincuenta litros en el Alto Alberche, lo que supone tener cuatro veces más lluvia que normalmente. La brotación abrió con una energía preciosa.
Pero ahí se terminó la lluvia. También el frío. Y pasamos a tener uno de los ciclos vegetativos más cálidos y secos que se recuerdan. Al calor de mayo le siguió mucho calor también en junio, con una floración tranquila de racimos con abundantes bayas. Calor extremo en Julio. Pantanos vacíos, calima, sudor y fuego. Incendio en Cebreros. Un año más ardiendo el campo no escuchado.
Ciclo 2022
Viña | Brotación | Floración | Envero |
El Reventón | 23/04/22 | 2/06/22 | 12/08/22 |
Las Iruelas | 28/04/22 | 28/06/22 | 15/08/22 |
Las Umbrías | 12/04/22 | 10/06/22 | 18/08/22 |
Rey Moro | 8/04/22 | 16/06/22 | 18/08/22 |
Tamboril | 22/04/22 | 12/06/22 | 17/08/22 |
Rumbo | 14/04/22 | 22/06/22 | 22/08/22 |
Tras un envero algo adelantado respecto a la media, los bosques y las cepas parecían olvidar las reservas de marzo y abril. Los robles enseñaban hojas marrones y en las viñas algunas hojas empezaban a amarillear. Seca pólvora en los caminos. Y entonces de nuevo la sorprendente adaptación de las viñas a las condiciones de la añada. La maduración se bloqueó. Todo se ralentizó.
Hasta que, por fin, pasada la primera semana de septiembre, llegaron de nuevo las lluvias. Un soplo de aire que inundó de vida los polvorientos barrancos. Tres días con cien litros que activaron la maduración, hincharon las bayas y nos quitaron el polvo de nuestros ojos. Pocos días después comenzaríamos a vendimiar con la felicidad de aquel que encuentra un manantial después de atravesar un desierto.
Una añada de brillante iluminación y cielos azules, de raíz mediterránea que guarda la frescura de las montañas y la tensión de los extremos. Año de excelsa sanidad y generosa producción con racimos más compactos, en cuyo sombreado interior supieron guardar el fresco jugo de la garnacha.

Fechas de vendimia y producción:
El Reventón: 25 de septiembre; un fudre de 1.400 litros
Las Iruelas: 26 y 30 de septiembre; una tulipa de 1.200 litros, una tulipa de 1.400 litros, un huevo de 700 litros y una damajuana de 220 litros
Tumba del Rey Moro: 28 de septiembre, un fudre de 1.400 litros
El Tamboril (tinto): 29 de septiembre; un fudre de 1.000 litros
El Tamboril (blanco): 30 de septiembre, una damajuana de 220 litros
Las Umbrías: 1 de octubre, un fudre de 1.400 litros
Rumbo al Norte: 7 de octubre, un fudre de 1.200 litros
Una vendimia intensa y de largos días, como podríamos decir que son los vinos de esta añada. Intensos, de sabor profundo y tiempo largo. Vinos plenos y frescos a la vez, que nos recuerdan al Ródano norte. De taninos enérgicos y perfil italiano. Sin expresar calor ni pesadez. Alma ligera y mineral profundo. Esa es la bendición de estas viñas. Una añada que creemos que envejecerá despacio.
Una despedida en el camino
2022 es la última vez que hemos elaborado El Reventón. Una viña que descubrí en 2006 gracias a la generosa ayuda de Rubén Díaz. Una viña que ha supuesto siempre un diálogo desafiante. Es difícil explicar la conexión que se forja con las viñas que uno trabaja. El sentido de pertenencia y agradecimiento. Lo pequeño que uno se siente ante tanta majestuosidad. También las preocupaciones, las horas de silencio y esfuerzo, las angustias y las frustraciones. Y, por fin, todo se vuelve líquido y uno recuerda lentamente lo que fuimos.
Prescindir no es fácil, pero sabemos que ahora El Reventón tiene la importante misión de acoger a nuestros amigos que vienen a seguir engrandeciendo Gredos. Nos sentimos plenamente felices de poder contribuir a ello.
El 25 de septiembre de 2022 la vendimiamos por última vez. Ese día surgieron unas palabras de despedida:
“Te encontré y me encontré en ti. Estabas entre las cenizas del abandono, en el silencio de los caminos perdidos. Con la luz de la juventud te trabajé y te soñé. En el sudor de tus empinadas laderas y el calor de tu dura roca. Y me fuiste enseñando tu alma cuando, poco a poco, fui capaz de entender tu lenguaje.
Tu renaciste con la tierra trabajada, yo dejé la juventud a tu lado. Hemos reconstruido los muros caídos y también derribado ciertos otros muros. Fuiste la primera baliza del naufrago para toda una región olvidada.
Me has visto equivocarme, dudar, avanzar y evolucionar. Te hemos vivido, te hemos disfrutado y sentido. Fuiste casa y refugio. Suelo y sueño para toda la familia que fue creciendo a tu lado. Contigo y por ti.
En mis ojos con agua queda grabada la emoción callada de todo un equipo este último día de vendimia. Todos somos parte tuya.
Adiós, compañera. Te dejo en manos amigas. Seguiré bebiendo tu saber y, de vez en cuando, te iré a ver para que no se me olvide todo lo que contigo dejo guardado, allí junto a la quebrada.
Querido Ale Vigil, ¡bienvenido a Gredos!”
El Reventón 2007 – 2022
Nada es para siempre, pero todo permanece.
Las primeras plantaciones
Tras muchos años recuperando viñedos viejos, en 2022 hemos empezado a plantar.
Tras muchos años viendo cómo las viñas desaparecían, los ancianos viticultores de Villanueva y Navatalgordo vieron una nueva luz en su pueblo. Esperemos que sean las primeras viñas de muchas. Sólo ver cómo las miran los ojos de José o Leo reconforta todos los esfuerzos que pueda suponer. Ellos que nos dejaron en herencia sus tesoros más preciados….
Miramos el futuro con la ilusión de los que comienzan un camino nuevo.