¡Una añada en el filo!

Bastaron solo unos días... Unos pocos días para hacer oscilar un año entre "Gran Añada" y "Añada Compleja".

Sin embargo, la temporada invernal, por fin "clásica", marcada por un frío bastante riguroso, alejó cualquier riesgo de heladas primaverales.

El ciclo vegetativo estuvo regado regularmente por lluvias abundantes. ¡Las enfermedades añadieron presión a los viticultores!

No obstante, la experiencia de la añada 2018, un año con fuerte incidencia de mildiu, aún presente en la memoria de los viticultores, les permitió controlar cuidadosamente esta presión.

Los vignerons abordaron serenamente la temporada estival con buenas reservas hídricas y una hermosa cosecha en perspectiva.

Además, extrañamente, el verano nos gratificó con algunas lluvias suaves.

A partir del 15 de agosto, los viñedos del Rhône estaban sanos y verdes. Los viticultores se regocijaban ya que todo indicaba que iba a ser una "Gran Añada".

Desafortunadamente, como a menudo sucede en los últimos años, la Madre Naturaleza decidió lo contrario. Durante unos días, el viñedo francés, y particularmente el del Rhône, sufrió una ola de calor extremo, dejando pocas posibilidades a las uvas de las viñas jóvenes y los terroirs de maduración temprana.

Solo las Vieilles Vignes, y no todas, con rendimientos bajos, en terroirs protegidos y tardíos, encontraron la resiliencia para llevar sus uvas a una madurez óptima.

Se evitó la catástrofe. Sin embargo, las calidades fueron muy heterogéneas, incluso entre las bodegas más experimentadas...

¡Una vez más, nuestro meticuloso trabajo de selección tendrá todo el sentido este año!

El Rhône meridional:
Paradójicamente, los blancos muestran mucha digestibilidad y equilibrio. En el paladar, son brillantes y armoniosos.

Las calidades de los tintos son, en cambio, mucho más diversas de una variedad de uva a otra. Contra todo pronóstico, las syrah jugaron bien sus cartas, con frutos sin excesos. ¡Los vinos elaborados a partir de viejas viñas de garnacha son elegantes y de gran precisión!

El Rhône septentrional:
Hay un aire de familiaridad con los blancos meridionales, pero con una densidad un poco más ostentosa...

La calidad de los tintos también es variable de una denominación a otra e incluso dentro de la misma denominación. Una añada que nos recuerda enormemente a 2016 por los vinos exitosos.

¡Y "Mención Especial" para el Norte del Norte!