Bordeaux 2017 por Château Cheval Blanc
Condiciones climáticas
Después de un mes de enero muy seco, las precipitaciones de febrero y marzo estuvieron dentro de la normalidad. El mes de abril fue de nuevo un mes seco, precedido por un mayo y junio muy lluviosos (205 mm). Las temperaturas se mantuvieron en la media, a excepción de la helada de finales de abril.
Los meses de julio y agosto fueron poco lluviosos, con unas temperaturas sin excesos. Para el 31 de agosto de 2017, el ciclo vegetativo acumulaba un estrés hídrico que situaba a este año en la 6ª posición desde 1952, junto a las prestigiosas añadas de 1989, 1990, 1995 y 2010. Esto tendrá un incuestionable impacto positivo en la densidad y en la calidad de los taninos.
Durante el mes de septiembre, el tiempo siguió los patrones habituales, favoreciendo la madurez de las uvas, que se alcanzó por completo a mediados de octubre, bajo unas condiciones de tiempo muy seco.
El hecho decisivo de la añada: el hielo del mes de abril
La noche del 26 de abril, las temperaturas habían caído por debajo de los -3ºC. Para entonces, los pámpanos alcanzaban los 20 cm, por lo que la glacial temperatura causó grandes estragos. La anterior helada de intensidad comparable en Bordeaux se remonta al 1991.
Gracias a la ubicación en que se encuentra Cheval Blanc, la helada solamente afectó al 30% del viñedo, dependiendo, principalmente, de la altitud. El equipo de viticultores pudo reaccionar a tiempo para atajar de manera eficiente este traumático suceso en aquellas zonas que requerían de la máxima atención.
Cada cepa afectada por la helada fue marcada y podada una segunda vez para que pudiera producir una 2ª generación de racimos. El trabajo de nuestros viticultores se vio enormemente favorecido por un tiempo veraniego inusualmente agradable que se mantuvo hasta el final de la vendimia. En algunas parcelas –y esto es algo verdaderamente excepcional– fuimos incluso de capaces de vendimiar las dos producciones: tanto la 1ª generación de racimos como la 2ª. Esto implicó dos vendimias en la misma hilera de cepas, separadas por unos 16 días.
La gran mayoría de racimos de la segunda generación se vendimiaron en condiciones de perfecta madurez y, por tanto, han formado parte tanto del ensamblaje de Cheval Blanc como de Petit Cheval; ¡ello produjo una enorme satisfacción a todos los empleados del Château, que habían trabajado de una manera tan precisa durante todo el ciclo vegetativo!
El ciclo de la viña
La brotación de las yemas fue temprana: el 3 de abril para los merlot y el 7 del mismo mes para los cabernet. El merlot alcanzó la mitad de floración sobre el 25 de mayo, mientras que, para el cabernet fue el 27 de mayo. Afortunadamente, el tiempo lluvioso no alteró la calidad de la floración, que tuvo lugar de forma completa y homogénea.
El envero sucedió entre el 23 y 30 de julio, dependiendo de la variedad de uva. Las condiciones estivales de sequía provocaron una parada temprana del crecimiento vegetativo.
La vendimia tuvo lugar a lo largo de un periodo comprendido entre el 6 de septiembre y el 11 de octubre. El tiempo seco y final de estación permitieron obtener una buena maduración de los racimos de 2ª generación. El estado sanitario ha sido extremadamente satisfactorio.
Por culpa de las heladas, los rendimientos del Domaine son más bajos de lo normal, con unos 21 hl/ha.
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