¿Por qué no beben vino los jóvenes?
Por Joan Gómez Pallarès
Según la Organización Mundial de la Salud, la juventud plena va de los 20 a los 24 años. Pero los sabios de la OMS no tienen en cuenta la parte sociológica que debería incluir la definición: en nuestro mundo (occidental, más o menos avanzado tecnológicamente), ¿hasta dónde llega la juventud social? La juventud es un proceso biográfico que no tiene que ver sólo con la edad, sino también con las condiciones en las que vives y con el estado de madurez mental: qué decides en tu vida y a partir de qué condicionantes lo haces. En este sentido, la juventud es un estado tan físico y de edad como mental y se puede definir como un espacio lleno de buenas dosis de flexibilidad, de enorme capacidad de seducción (entre ellos y hacia ellos) y de una voluntad grande de formación e información. Los jóvenes son flexibles, son seductores, se dejan seducir y les gusta la información y la formación. Una edad, por tanto, no claramente determinada, pero que es clave para descubrir y consolidar gustos y costumbres.
Cierto: existen jóvenes de 37 años y gente mayor de 24. Me acojo a la definición anterior para hablar, hoy, de los jóvenes que tienen la capacidad de decidir qué quieren beber cuando salen de copas y de fiesta. Me da igual dónde duermen cuando vuelven a casa (¿a qué casa?, sería otra pregunta…) y, tampoco me interesan sus condiciones laborales o sociales. Quiero hablar del joven que sale a la calle en alguna ciudad bien conocida (¿digamos Barcelona?, pero hay muchas como ella, muchas…), con un grupo de amigos, tiene un poco de dinero para invertir en diversión y se pregunta “¿qué hago?”. Tanto como la primera pregunta (“¿qué hago?”), me interesa la previa, la que ya no se hacen porque muchos la dan por respuesta: ¿qué no hago? Y la inmensa mayoría lo que no hace es beber vino. ¿Por qué no beben vino los jóvenes que tendrían la capacidad legal, mental y económica de decidir “quiero tomarme una copa de vino con los amigos”?
Aviso. El orden de las razones no es jerárquico y se pueden mezclar como se quiera. El resultado final será el mismo y las conclusiones, también. Lo que conviene hacer es, sencillamente, lo contrario de lo que ahora describiré. Y si lo hacemos todo, de una manera más o menos consciente y coordinada, acabaremos dónde querríamos acabar muchos: viendo cómo los jóvenes, tanto en casa como cuando salen, beben más vino y aprecian los valores de lo que representa.
No beben vino porque no están bien informados. Si siguieran realmente las últimas tendencias de la moda, y aunque sólo fuera por eso, ya sabrían que está de rabiosa actualidad en las discotecas de Estados Unidos el pasearse y bailar con una copa de buen vino en la mano. Mancharse de vino e irse a la cama con su perfume, con quién sea y cómo sea, es ya la máxima sofisticación.
Ligado con lo anterior, no beben vino porque no hay locales que inviten a hacerlo. En general son lugares que huelen a caro, a élite y a cierto esnobismo. En las ciudades donde he visto locales abiertos y accesibles; donde he visto precios moderados de raciones, tapas o platillos para acompañar el vino; donde el ambiente y la decoración acompañan a entrar sin miedo a sufrir un sablazo para el bolsillo, hay grupos de jóvenes bebiendo vino. Asociamos el vino a un cierto lujo, a una cierta selección de personas y nos equivocamos. Tampoco hablo estrictamente del concepto “taberna”: hablo de la idea del espacio abierto, donde se puede charlar, donde se puede escuchar música, donde se puede hacer un piscolabis y donde se pueden beber buenos vinos por copas. El vino es alegría, es compartir, son sillas y mesas mezcladas, es vida y conversación y todo esto forma parte de nuestro ADN cultural. ¡Y no ha cambiado! Si existieran más locales de este tipo, el joven bebería más vino.
No beben vino por el precio. Cuando el precio es barato se asocia a una mala calidad del vino, y estamos muy equivocados. Todos los que nos dedicamos a esto sabemos que podemos hacer buenos vinos, envasarlos de manera económica y ofrecerlos a precios que muchos bolsillos puedan pagar. He hecho la prueba muchas veces entre los jóvenes de mi familia. No existe uno solo que haya rechazado un buen vino a precio barato. ¡Y ahora los tienen en su casa!
No beben vino porque ha desaparecido de la mayoría de los hogares en el día a día. No comemos juntos en casa, a duras penas cenamos allí, y los jóvenes no se pueden iniciar viendo y bebiendo lo que sus mayores hacían: consideraban el vino como un alimento más de su dieta y cada día, en cada comida, caían un par de vasos. La “paradoja francesa” existe por alguna cosa…
No beben vino, en fin, porque sus paladares (¡dicen!) no están hechos para según qué gustos. Pero si prefieren cualquier tipo de fermentación y de burbuja (y no hablo ahora de mosto convertido en vino…), porque es barata y fresca, porque invita a una vida alegre y compartida, ¿por qué no tendrían que hacer lo mismo con cualquier otra fermentación que sea barata, que sea fresca y que se haya hecho pensando en un determinado tipo de paladar? Es falsa la idea de que cualquier tipo de paladar, también el de los jóvenes, está preparado para beber cualquier tipo de vino. La persona pasa por una evolución en sus gustos y no le gusta todo a cualquier edad. Mis hijos (¡jóvenes!) han olido vinos muy interesantes y diferentes a lo largo de su vida y ahora empiezan a beberlo. Rechazan, de una manera instintiva, un perfil de vinos que es más apto para la edad madura. Lo siento pero es así: si hacemos vinos pensados para un paladar que está en formación y que quiere conocer cosas nuevas, acertaremos. No hay un sólo tipo de vino de este perfil. He hablado con mucha gente y tampoco existe una única respuesta.
Invirtamos el concepto: no hablemos del vino que quieres elaborar tú y que te gusta a ti, sino de qué vino quieres hacer para que le guste a un segmento determinado de la población, en este caso, al joven. Las burbujas, ancestrales o de segunda fermentación, seguro que son una buena respuesta. Los vinos tranquilos con maceración carbónica o semicarbónica, también lo son. Los vinos con extracciones ligeras y poca y medida o nula madera, también lo son. Los vinos que tienen un alcohol moderado, también lo son. Los vinos que la gente puede identificar con una tierra concreta y un tipo de uva concreto, también lo son. Y etc., etc., etc.: ¡las combinaciones entre factores son muchas, además! Y el único reto de los que producen y de los que venden es su imaginación y su capacidad de adaptación a la nueva juventud.
No tengo muchas dudas: si el joven que sale de fiesta ve locales más atractivos y acogedores, si en su interior encuentra pequeñas raciones de comida a buen precio para acompañar vinos, también asequibles y que sean más de su paladar y, todo junto, con la calidad exigible, cada vez habrá más que se interesen por el vino y lo beban. Joan Gómez Pallarès Catedrático de Filología latina en la Universidad Autónoma de Barcelona (UAB) y director del Institut Català d’Arqueologia Clàssica. Ha publicado más de 200 referencias (libros y artículos) sobre el mundo antiguo. Siente una gran afición por la gastronomía y el vino y la comparte escribiendo en su blog www.devinis.org y en la revista Sentits. Ha publicado recientemente el libro Vinos naturales en España. Placer auténtico y agricultura sostenible en tu copa (RBA, 2013).
Saludos Joan.
El vino tambien se puede mezclar, y además en muchos caso es mejor que ciertos cubatas.
Me da la sensación de que hablas con rabia y despecho, sin conocer el argumento. Documéntate antes de poder verter semejante opinión.
Por otro lado, si a ti no te gusta el vino no pongas de estúpido el artículo porque lo único que dice es de hacer vinos para la gente más joven, pues si que les gusta el vino y no lo beben por otras razones muy distintas de las que tu subrayas.
Por último, creo que las conclusiones de Joan son válidas para poder llegar a más jovenes.
Así veo, en este caso que intento comentar en el post, la relación entre el vino y los jóvenes. Casi siempre el punto de vista es el de "empiezo en A y termino en Z". ¿Por qué? ¿No podemos aproximarnos de otras maneras? Mi propuesta es que el concepto de hacer vino se abra, se amplíe y tenga en cuenta el punto de vista de de los distintos lectores/bebedores que pueden acceder a él... Puede que muchos empiecen por el principio. A otros les gustará un promeio en la parte central (¿por qué no? Virgilio lo hizo...), otros disfrutarán leyendo la última página. No defiendo tanto la idea de que se haga, sin más, un vino finalista que tenga como único público bebedor al joven (Mariano comentaba algo de eso en unaintervención suya en Facebook), cuanto que se expliquen las cosas de manera que se pondere qué ìede encontrar un joven en determinados tipos de vino.
Fíjate en los ejemplos que pongo: hablo e burbujas, ancestrales o de segunda fermentación; hablo de vinos con un alcohol medido, etc. No son vinos para jóvenes sólo...Yo disfruto mucho con ellos y pasé hace mucho mi juventud biológica. Lo que defiendo en el el post, en el fondo, es que hay un montón de vinos (en mi opinión, claro...) que gustan a los jóvenes (no que estén exclusivamente pensados para ellos) y a sus paladares y que lo que tenemos que hacer, y ahí está el esfuerzo mayor, es hacerles llegar la idea de otras formas.
Saludos y gracias por el comentario, Julio!
Joan
Como decía aquel hombre sabio, el elogio atonta y la crítica aviva y ayuda mucho. Me gustan por definición las críticas, pero no me gustan nada los insultos ("estúpido" lo es: se aplica a un escrito y por sinécdoque, se aplica a quien lo escribe) y contesto por educación.
Creo que no tiene usted razón por algo bien sencillo: siguiendo su regla de tres, esas bebidas refrescantes no te permiten aguantar hasta la hora que usted indica. Sencillamente porque quienes las beben las mezclan con alcoholes destilados en los que prefiero no pensar.
Cada cual bebe lo que le apetece, sin duda, y lo de los EUA era una provocación/boutade tan sencilla como si hubiera hablado de la forma en que los jóvenes georgianos beben su vino, que también lo hacen. Lo que me importaba destacar era que hay otras maneras de hablar/presentar el vino a los jóvenes. Por supuesto, por no hablar de la resaca que provocan las bebidas que usted menciona.
Joan
Comparto mucho tu opinión: no se trata sólo de hacer las cosas de otra manera. Se trata, también, de comunicarlas de otra manera. Y no hablo sólo de artículos o de libros...sino de maneras de presentar los vinos, de hablar de ellos, de hacer que estén presentes de otra forma en nuestra vida diaria.
Hace ya unos cuantos años que se hacen vinos distintos a los que describes, como sabes muy bien, y desde hace dos o tres años el cambio es espectacular. Todo esto no ha llegado. Y cuando veo fotos de otros países, o me hablan de los hábitos de consumo (por mucho que se critique el ejemplo) de los EUA o paseo por otros lugares y veo a tanta gente joven con su copa y su charla... Y en Barcelona también podría nombrar ya algún local, por lo menos uno, donde el ambiente y la música y la comoda barata y el vino sin etiqueta ni protocolo llenan el local de gente de todas las edades pero sobre todo de gente entre los 25 y los 25 años.
No hay que cejar!
Muchas gracias por tu comentario!
Joan
Estoy muy de acuerdo con lo que dices. Son ideas que intento desarrollar en el post, en efecto: el vino de cada día ha desaparecido de las mesas...Vinculado a la calidad? En casas y en bares? En efecto, con frecuencia como menúes por ahí y no pido el vino para que no me rompa el estómago... Entre los jóvenes de mi familia se ha popularizado el bag-in-box de calidad. Los hay, son baratos, se conservan de fábula y lestán al alcance de muchos bolsillos. En el norte de Europa es un escándalo la cantidad de vino correcto que se vende con esos envases. Y aquí, como en todo, hay que selecccionar, pero hay cosas muy interesantes también.
Sobre los precios no hablé, cierto, pero qué te voy a decir a ti, que vendes vinos con tus guisos superlativos a muy buen precio? La gente atornilla mucho en general y eso, claro, también desanima. En tu local he visto a muchos guiris jóvenes comiendo con su copa de vino: hay que dar ejemplo de cómo se pueden hacer bien las cosas, y hablar de ello.
Y sobre lo de los vinos exclusivos para jóvenes, en efecto, es lo que comentábamos con Julio: no hay que hacer ningún vino específico, ad hoc quiero decir, para los jóvenes. Ya los hay, aunque pueden hacerse sin duda otras muchas cosas interesantes. Lo que hay que hacer es explicarlo y venderlo!
Saludos!
Joan
Un saludo Joan!
De lo de la morfología del gusto estoy absolutamente convencido...Tú sabes mucho de eso, por supuesto, pero creo que existe, como existe una memoria que nos va moldeando también el gusto físico. Neuroplasticidad?
En el fondo, amigo mío, estoy con Bertrand Russell, sobre todo en cosa como ésta de la cultura del vino: "a los seis años, interrumpí mi educación para ir a la escuela".
Cada cual tiene que encontrar su camino de aprendizaje en el mundo del vino, pro supuesto, pero si ponemos las herramientas, la "biblioteca" a disposición de los más jóvenes de otra manera, puede que tengamos más "estudiantes"...
Saludos!
Joan
Saludos Joan!
La última, la referencia al Dr. Grande Covián, a quien siempre tengo en la cabeza. De hecho, el Dr. Ramon Estruch, del HCB, el pasado domingo (en II Wine&Culinary Int. Forum) tuvo una buena intervención, con estadísticas y estudios epidemiológicos potentes, en los que va ya más allá de la paradoja francesa y, sin más, destaca el valor de esa dieta que defendía con tanto entusiasmo como Lucidez Grande Covián y de la que el vino forma parte necesaria, ineludible, sentimentalmente cómplice, además.
Sobre didácticas, nada sé tampoco. Creo que más importante que enseñar a aprender es que la gente, joven y de todas las edades (ya me permito ese eslabón final), tenga ejemplos de "buenas prácticas" delante, que hagan reflexionar un poco, pensar y decidir hacia dónde quieren ir...el camino para mí está claro: yo me quedo en el universo mediterráneo de las fermentaciones. De ahí no me mueven.
Saludos! Un placer como siempre!
Joan
Un placer leer y comentar tu artículo.
Saludos!
Raimon
Debo decir que ahora soy un acérrimo defensor del (buen) vino, siempre que vienen amigos abro botellas para que ellos también se pasen "al lado tinto de la fuerza".
Un placer leerle.
Saludos.
Borja
Joan
Tu comentario es doblemente valioso porque, además de ser joven, ya has cruzado esa barrera del interés: estudiante de sommelier. Genial!!!
Cuando, en el post, hablaba de nuestra dieta de antaño y de la costumbre de sentarse toda la familia a la mesa, en la que siempre había vino, pensaba un poco también en lo que tú has expresado y yo no escribí. Los países que tienen una tradición agrícola más viva que la nuestra beben más vino en todas las edades, también en la juventud. Aunque en Francia estén lógicamente preocupados porque el consumo también desciende, su tradición agrícola es mucho más viva que la nuestra y el interés por el vino entre los jóvenes, también. En Italia sucede algo parecido.
La mejor solución, sin duda, con todo es la que tu ejemplo propone: que jóvenes vayan con jóvenes; que jóvenes inviten y expliquen a jóvenes; que jóvenes compartan un punto de vista como el tuyo con otros jóvenes que ni se lo han planteado.
Muchas gracias!
Joan
Tu comentario es una pasada...me encanta que hables de zonas donde la cultura del vino está tan tan viva que nadie se plantea si es normal o no beber---todo el mundo bebe vino en la Rioja, caramba. Tienes toda la razón! Y abundando en lo que comentas al final y que también decía a Raimon: la mejor manera de atraer y explicar buenos vinos es la que tú propones: compartir tu pasión con otros amigos, abrir botellas, descubrir por vosotros mismos e ir llegando a botellas cada vez más distintas y complejas.
Yo recuerdo muy bien cuándo y cómo empecé a beber vino, en casa también. Y cuándo fui consciente, por primera vez, que abría una botella (bien...de hecho fueron dos...) de mi padre para compartir con otros dos amigos...apenas tenía 18 años...
LO del "lado tinto de la fuerza" me parece genial!!!
Mil gracias por tu participación y por ese trabajo que une placer con difusión entre tus amigos. Así seguro que seguimos avanzando!
Saludo muy cordial y buenos vinos!
Joan
Yo creo que es muy cierto lo que senalas en tu articulo, ya que no bebia vino complejo o mature? de anadas o mas reposado de suave en taninos y con un cuerpo mediano. Nunca imagine beber vino asi, y ahora mas vieja los bebos y disfruto.
Es importante la edad y tambien creo q es importante la educacion, cuando uno explica la variedad de uva de donde proviene, y porq sabe el vino asi? tenemos vinos para todo gusto, y como todo cuando se explica y se entiende con ejemplos todo tiene mas sentido, y con cuerdo el precio de una botella de un prodctor pequeno comparada con la de un productor que vende en grandes supermercados, no debeira tener gran diferencia en precio y calidad.
Los jovenes adultos, creo yo en el mercado en UK estan mas deseosos de aprender y de invertir un poco mas en comparacion a grandes supermercados, tambien el buen traspaso de basico conocimiento sobre vino lo hace muy interesante para el consumidor y las catas a ciegas mucho mas.
Gracias por tu Articulo
Gloria Vasquez
muchas gracias a ti por tu extenso comentario,q ue tiene doble valor!!! Porque le has dedicado un buen tiempo a pensarlo y a publicarlo y porque expresas, además, un punto de vista clave para el comercio del vino: el mercado inglés.
Sinceramente creo que la "madurez" (permíteme un poco la paradoja) de los jóvenes franceses e ingleses (sobre todo) en la elección y consumo de vino es mayor que la de los jóvenes de por aquí.
Detecto más ganas de elegir, de conocer, de ampliar gustos y sabores, tierras de procedencia en otros países que aquí.
En nuestra tierra, creo (y de ahí, en el fondo el origen del post) estamos todavía un peldaño por debajo: lo que hay que intentar es que el joven vea, descubra los valores del vino como herramienta de cohesión social, así de claro, y de profundización en la realidad de un territorio.
Cuanto más despersonalizado sean los vinos, peor. Cuanto más los podamos relacionar a realidades próximas y conocidas del joven, mejor. creo, vaya.
Y tomo buena nota del interés de los jóvenes por las catas a ciegas: situar a las personas ante botellas que les permitan destruir tópicos, sin saber qué beben, y cambiar ideas preconcebidas (y quizá, mal concebidas), es muy importante y estimulante, para ellos y para gente como yo.
No hay cosa que me propongan con los jóvenes como receptores que rechace. Todo lo que haga falta!
Vamos a por ello! Y adelante con tus trabajos y estudios! Mucha suerte con ellos: seguro que nos serán necesarios!
Cordialmente,
Joan
Y cuando pregunten, entonces ofrecerse con todas las de la ley y no rehuir nada ni a nadie.
Lo que no voy a hacer yo, en cualquier caso, es a esperar sentado a ver si pasan cosas...
Quiero que pasen e intento hacer todo lo posible porque pasen.
Una abraçada!
Joan
Que buena tu respuesta que entretenido eacribir en espanol sobre vino. Siempre todo en ingles obviamente. Solo queria decir que que me gusto mucho tu articulo y que si escribes mas sobre vino nos avises porq me encanta el tema y si necesitas mas informacion aca estamos con todas las ganas de hacer mas!
Un abrazo!
En versión trilingüe ha podido llegar a mucha más gente!
De hecho, no paro de escribir sobre vino...voy a parar un rato y a dedicar,e a hacer vino y a beber más!
Un abrazo,
Joan
Soy ingeniero agrónomo y enólogo desde hace 20 años. Asesore en elaboración de vinos a una veintena de bodegas en ese tiempo y ahora soy elaborador y comercializo mi propio vino.
Y de ser cierto eso de que los jóvenes consumen menos vinos , en mi modesta opinión es debido a lo siguiente.
A. Vinos difíciles de beber. Es decir vinos hechos para ser catados por críticos y salir bien puntuados en guías... pero luego son intragables... 15 grados de alcohol. Taninos inconsumibles. Pasado de madera nueva que enmascara el propio vino.
B. Surgimiento de gurús iluminados en cada pueblo. Que elaboran vinos a precios que no están al alcance de un joven trabajador ahorrador. Precios que luego justifican aludiendo a biodinamismo. Pisado con los pies. Cepas plantadas antes de cristo. Etc.
Y luego, una vez el vino en la copa, la relación calidad precio no se justifica.
En mi opinión, cuando se hace un buen vino, es decir, rico, fácil de beber, que puedas tomarte tres copas sin embriagarte, con una bonita presentación y a buen precio, LOS JÓVENES BEBEN VINO ENCANTADOS.
Por supuesto, una de mis tesis en él es exactamente la que tú apuntas. Cuando enfocas bien qué tipo de cino haces y le das un precio adecuado, los jóvenes están encantados de beber vino. Y ahora mismo creo ya, además, que los jóvenes están cambiando su perspectiva y están entrando, sin más, en la cultura del vino. A mi alrededor no paro de verlo ya: preguntan, quieren saber, quieren probar...
Algo está cambiando y entre todos tenemos que seguir empujando para que no pare!
Gracias de nuevo,
Joan
Yo acojo todas las ideas. No obstante si me pongo en la piel de un jove que pueda caer en sus manoa un articulobde un guru dedcribiendo un vino poco menos que lo alejara mas que acercarlo. La excesiva dificultad con la que se ha rodeado este mundo hace que los jovenes finalmente opten por lo facil una caña de cerveza. Nada complicado para elegir a precio fijo, refrescante, fria y mas abundante que una copa de vino.
Creo que se debería simplificar este mundo para que sea accesible a los jovenes. Realmente creo que las descripciones de cata poco dicen a un joven que cuando va de fiesta no quiere complicarsenla vida.
Las descripciones de vinos hechas desde la ortodoxia que incluye una serie de pasos, unos cuantos topicazos y poco sentimiento y orginalidad de poco sirven...Pero yo no quería hablar tanto de la escritura del vino (los hijos de mis amigos, a los que gusta el vino y confiesan "mola saber de vinos", no leen ni mi blog para entendernos...) cuanto de facilitar el acceso al vino a través de entornos más agradables e interesantes para los jóvenes, con precios buenos y con vinos atractivos para ellos. Tú y yo, sin ir más lejos ni dar nombres, somos clientes habituales de un lugar que siempre está lleno de jóvenes que piden probar cosas...
Otro camino es posible y no hay más que indicarlo para que la gente se sume!
Merci pel comentari!
Joan
Algunas razones que apuntas tenemos responsabilidad todos los que vivimos del mundo del vino, hemos dejado crecer la idea del snobismo que está haciendo mucho daño a la difusión del vino entre los jóvenes, como bien apuntas. Además es una idea interesada, de que el vino bueno es el más caro, que por otra parte es el que menos gusta a los jóvenes.
Parece que para beber un vino necesitase de un master previo para poder apreciarlo. Nada más lejos de la realidad. Está idea aleja a los jovenes del vino, se ha instalado la idea y difícil va a ser removerla.