Por María José López de Heredia “Primum vivere deinde philosophari”, nos repetía nuestro padre hasta la saciedad. Y es curioso que no nos dijera “Primum bibere, deinde philosophare”: Primero beber, después filosofar. No, nos decía “vivere”, vivir, refiriéndose a que por los hechos se nos conoce, no por nuestros dichos. En España seguimos luchando por conquistar el mercado norteamericano y...