Un día de julio

Por Gaspar Linares

Atocha, 29 de Julio 2016.

Entro a mi vagón del AVE de vuelta a Barcelona. Ayer fue un día Brutal, vivido con Carla, y con amigos, algunos viejos, otros nuevos. Y por supuesto compartiendo risas y vino… Y qué vino!!!

Dejo mi asiento para hablar por teléfono entre mi vagón y el anterior. Considero una falta de respeto hacerlo en el vagón y a voz suelta, y también una pérdida absoluta de intimidad… …Y a quién veo…

“Hola Joan!!” Joan Pena es mi hermano. Un amigo a quien conozco desde que tenía 3 años y al que sigo muy unido. Nos Iniciamos juntos en la vida. Y como no, en el mundo del vino, y seguimos juntos en él. Además es mi pareja de cata y compañero de Peña la Taberna, el grupo de amigos con el que disfrutamos, siempre que podemos, de buen vino y mejor compañía.

Hablamos más de 1 hora, sin darnos cuenta de ello. Le conté lo que VIVÍ ayer. Lo maravilloso que fue. Cómo disfruté con todo y cada uno de los momentos surgidos de la casualidad. ...Y cuando ya nos despedíamos, de vuelta a nuestros asientos… Se me ocurre decirle que en Angelita, me inspiré y escribí para David y Mario las sensaciones que tenía en ese momento.

(Joan) ¡¡¡Podrías escribir lo que me estas contando!!!

(Gaspar) Joan... Yo lo que escribo son momentos míos que me gusta transformar en escritos. No son aptos para publicar.

(Joan) Podrías probar. A mi me gustaría leerte. ¿Por qué no?

(Gaspar) ... ¡¡Qué no!! Lo que le escribí ayer a David es un cúmulo de sentimientos y sensaciones que con el vino y el placer de lo que comí... Me inspiraron. Pero no es para un blog, o algo parecido…

(Joan) Venga... Tú escribe...

(Gaspar) Ya veré, no te prometo nada.

Madrid, 28 de julio

Arde. Hoy 37º. Ayer rozamos los 40º Soportables a la sombra, al sol deseas huir, pero esa NO humedad en su ambiente, esas terrazas vaporizadas, esas gentes sonrientes... Te hacen verlo todo mucho mejor. Madrid es una ciudad GENIAL. Mis paseos por sus calles, solo, solo y conmigo, son siempre brutales. Sus gentes, siempre elegantes, sonrientes, educadas, siempre dispuestas a compartir, si tú quieres hacerlo.

Convivir con tu soledad y sentirte feliz con ella es brutal. Pensar en nada y regocijarte en ello. Olvidarte del resto del mundo y ser solo tú... Es algo que solo se puede sentir si te evades. Si dejas atrás el duro hoy y te reencuentras con lo que te hace feliz. Poder estar contigo sin nada que te distraiga. Sin nada que obligue a tu mente vaciándola de preocupaciones, es... Vuelve a ser brutal.

(¡¡Como me gusta esa palabra!! BRUTAL)

Esa soledad que te hace pasear sin rumbo, que te conduce a saborear momentos propios. Momentos únicos. Momentos tuyos. Esa es la soledad que adoro. 

Sobre todo porque sé que no estoy solo. Que es buscada y no obligada. Esa otra, no la querría.

Madrid, es mi segunda ciudad. Donde mi casa es la habitación del hotel donde me alojó (por suerte siempre el mismo). Cuando estas semanas fuera de tu hogar (el de verdad, en el que tienes gente que piensa en ti y tú en ellos), necesitas lugares amigos que te acojan.

Y qué mejor que poder contar con amigos que te dan de comer y beber en sus casas. Amigos cuya pasión por el vino y la buena mesa está en tu onda.

Yo tengo la gran suerte de tener dos “casas de comidas” en Madrid, donde además puedo disfrutar del vino, la compañía y el conocimiento sabio de sus propietarios.

Así las defino, “mis casas de comidas”, dos lugares donde el cliente que fuiste ya desapareció. Donde ya eres Gaspar, y los abrazos, las sonrisas y los besos, son sinceros. Te alegras tú lo mismo que ellos de verte. Esa sensación define la amistad.

ANGELITA y ENTREVINOS son esos lugares.

ANGELITA ha superado a El Padre. Es la evolución lógica de dos inquietos Cracs. David, arriba, con los vinos y los platos y Mario, abajo, con las copas y las risas. ANGELITA es vino. Es buena mesa. Es tomates de huerto. Es consejo en el plato y en la copa. Es las mejores copas de Madrid.

ENTREVINOS... Es entrar por su puerta y ver los ojos de Sonia sonreír. Para después recoger sus besos en tu mejilla y acariciar su sonrisa. Entrevinos es David y José Luis, y su sutileza en los fogones, transformando unas humildes verduras en manjares. Es compartir con todos ellos plato y copa y sentir que tú, eres uno más de la familia.

El día antes de encontrarme con Joan en el AVE, no estaba SOLO en Madrid, había venido Carla. Tenía una reunión con su representante, y quedamos para comer.

Tener a tu hija y compartir con ella, olvidando la soledad de otros momentos, es... BRUTAL!! ¿Lo entendéis, no?

-Carla, quedamos en Angelita. Comemos allí. Y luego pasamos a tomarnos una copa por Entrevinos. ¿Te hace?

- Genial. Nos vemos allí.

ESTO ES ANGELITA PARA MÍ

Desde mi mesa, solo y retraído, veo las sonrisas de las otras mesas. Las miradas cómplices y sugerentes. Los movimientos sensuales de cabeza de ellas, ladeándola, y dejando que el cabello vuele, sensual... Para después recuperar su postura.

Las palabras del local, se funden en un Babel, no trágico pero si imposible. Mi "hola" se mezcla con tu "tal vez" para salir catapultado por "qué bueno está este vino" o... "¡¡¡Hummmmmm!!! Qué maravilla".

Solo ver la armonía de los movimientos de David en la sala. Su seguridad. Su templanza. Sus decisiones tremendas ante clientes dispuestos, hacen que Angelita sea Angelita. Un viaje en el tiempo, donde El Padre se funde con Angelita y con él, su alma. Un viaje que hoy descansa en este puerto. 

Cada día que Angelita amplia experiencia es un regalo para quienes estamos sentados a sus mesas. Cada momento es eterno. Cada vino es diferente. Cada plato es un universo. Y en ese universo el vino importa. El vino se apodera de él y se lo hace suyo. 

Y Abajo, cada copa es nueva. Y con cada copa Angelita madura. Con cada copa surge una emoción. Se plasma la pasión de Mario. Se observa su amor por el oficio. Hace que diferentes se unan rompiendo las murallas que construimos para ocultar nuestra timidez. Y una vez rotas, recordar que allí pasó algo. Que allí fui feliz.

 Amigos... Si queréis comer, hay muchos sitios. Pero si queréis gozar comiendo, si queréis amar el vino, sólo tenéis Angelita. 

Si algún día, alguien os hace un guiño desde una de sus mesas... Ese seré yo, un enamorado del buen vino, un “Bon Vivant”, alguien que sin ser de Madrid se enamoro de esta ciudad y de sus gentes y en Angelita es feliz.

Soy Gaspar, un amigo de la casa

No conozco la Carta de Angelita. No la he pedido nunca. David sabe de mis gustos y me provee de lo mejor que tiene, tanto en el plato como en la copa. Con Carla había una variable, ella es vegetariana (sí pescado, sí huevo) y así le dijimos.

No faltaron los tomates de la huerta en Zamora de sus padres, TOMATES en mayúscula. El Pisto con su huevo, ahora frito dentro de su clara. Un excelente Tartar de atún, por su presentación y sus sabores, y una espectacular facera también de atún guisada con jugo de carne y miel de caña. Carla dio buen partido del tartar y yo me sumergí en la facera. No me pude resistir a volver a probar ese maravilloso queso, Langres, que antes afinaban con Macvin del Jura y que ahora lo hacen con Oporto LBV. Deliciosos ambos!!

Ese día descubrí tres vinos nuevos. Siempre David me presenta algún vino nuevo, y yo los saludo con suma alegría. Las presentaciones de David suelen acabar con él sentado en mi mesa, permitiéndome aprender de su conocimiento del vino. De los tres vinos bebidos, el Jura y el Ribeiro eran desconocidos para mí, y el Champagne lo conocía sólo de oídas.

No tengo capacidad como catador para describir un vino, como seguro podéis hacerlo todos los que me estáis leyendo. Y no me preocupa en absoluto. Para mí un vino es lo que me hace sentir. Lo que me hace recordar o descubrir. Esos dos vinos me recordarán a ese día, disfrutando de Carla y con ella. Me acercarán al calor de la calle y sus sensaciones. Al cercano Agosto y sus días festivos. Me recordarán ese tartar, su sabor mezclado con su helado. Me recordarán la mejor Facera (carrillera) que he probado hasta hoy.

Vinos bebidos: P.S 2015 Vin Blanc d’Antan Domaine Pignier (un Jura diferente) La Sauvage Champagne Blanc de Blancs de Rober Dufur e hijos Cholo 2015 100% Loureira. Ribeiro

Ya marchábamos cuando David vino a nuestra mesa con tres copas y una de esas Recónditas maravillas que sólo maestros como Felipe Gutiérrez de la Vega saben conseguir y unirlas al arte de la pintura y la poesía.

-Carla, ¿qué tal? -Bluff!!! ¡¡Papa qué rico todo!! Y ese último vino..., me encanta su nombre, “Recóndita Armonía” -BRUTAL, Carla, ¡¡Brutal!! Te parece... ¿Nos vamos a Entrevinos y tomamos algo allí? -Ok

(Entrando en Entrevinos)

-Hola Sonia... (besos/ abrazos) Te presento a Carla. -Hola Carla. Bienvenida a Entrevinos!!! -Sólo venimos a tomar algo. Hemos comido ya. -Perfecto. Ahora aviso a David y José Luis que estás aquí. Ellos te cuentan. --- Y qué me cuentan!!!! Esta tarde tienen organizada una cata de vinos viejos-viejísimos de Jerez. La prepara y presenta Juancho (Juancho Asenjo) --- -Gaspar... Apuntaros!!! -Ostras!!! Yo sí!! Carla no le apasiona el Jerez, pero ella participará de otra forma. ---

Empiezan a llegar los catadores. Ocupando sus sitios en la mesa. Carla empieza a dibujar. A plasmar en papel la vida que surgirá de esa cata, de una cata llena de arte y de historia. Carla no dibuja lo que ve, sino lo que le inspira lo que ve. Consigue extraer la energía y hacerte pensar. Son dibujos que beben de la descripción para llenarse de emociones.

Hoy no podré disfrutar de los platos que me sirven aquí. De su verduras siempre “al dente”, con el corte adecuado, ensambladas con la seta que la temporada nos ofrece y adornadas con huevo (o sin adorno). De los corazones de alcachofa sobre brandada suave de bacalao. De los lomos de salmonete de roca que sólo han acariciado el calor, para atemperándose, poder degustarlos al liberarlos de sus ovillos de puerros. De sus espárragos blancos con toque de plancha y su ligera mayonesa de wasabi. De su ensalada de brevas y basilisco debajo de láminas de parmesano. De los quesos de cabra de la Comunidad de Madrid. De sus vinos a copas. Casi siempre llego solo a Entrevinos, pero curiosamente suelo marchar con gente sentada en mi mesa. Es un lugar mágico, al menos para mí.

Hoy disfrutaré de Jerez y todas sus variantes. Descubriré el Jerez viejo y el Jerez de siempre. Hoy disfrutaré de la sorpresa que me aportan estos vinos. De mis compañeros y compañeras de cata, de sus comentarios, sus observaciones, de sus caras, de su saber, de su experiencia. De Juancho Asenjo, uno de esos sabios humildes que el mundo del vino te presenta, y que sólo se muestran de verdad, cuando al sumergirse en una cata, disparan su sabiduría, y tú enmudeces queriendo sólo escuchar, aprender, impregnarte de algo de su conocimiento.

Me fallan las palabras para expresar que empecé a sentir al catar aquellos vinos. Cuánto cariño, cuánto saber y armonía nacía de aquellas copas y nos encogía el alma a los que sentados en aquella mesa, disfrutábamos de ello. Gozábamos con ello.

Yo conocía a sólo unos pocos. Pero faltaron sólo dos copas. Faltaron sólo dos miradas, descubriendo a ellos también mirarme y mirarse. Esa mirada que haces cuando después de embriagar tu nariz con un gran vino, abres los labios para recibirlo... Y al notarlo, alzas la cara, respiras hondo y suspiras. Y al suspirar miras, buscando la complicidad del resto de catadores y los descubres a ellos buscando también la tuya. Y esa es, para mí, la grandeza del vino, esa unión y esos lazos de amistad que se crean entre los que lo amamos.

Quien aún no ha vivido esto tiene la fortuna de poder vivirlo. Sólo ha de poner en copa algo que un día se encerró en una botella, y liberarlo. Nunca encontré al genio de la lámpara, por más que frotara muchas. Hasta que descubrí que había grandes Genios deseosos de salir de su botella. Ahí... Y desde ahí... Grandes Genios vinieron a mí!!!

Esa tarde fue BRUTAL!!!

Vinos catados: Finos Fernando de Castilla Antique Fino (12-14 años en botella) Fino La Ina (35 años en botella) (Hecho con asoleo en esa época)

Amontillados Jarandilla de Domeq Fino Amontillado (45 años en botella) (Vino que se dejó de hacer en la década de los 70) Coquinero de Osborne Amontillado Dry (más de 40 años en botella) Sacristía de Garvey Amontillado (más de 25 años en botella) Del Duque de Gonzalez Byas Amontillado muy viejo

Palo Cortados La bota de Palo Cortado de Equipo Navazos Bota 62 Obispo Gascón de Barbadillo Palo Cortado (15 años en botella)

Oloroso 1780 Garvey Oloroso VORS 30 Annus

No haré ningún comentario de los vinos. NO ME ATREVO. Y menos en este blog. Pero todos me comprendéis si os digo que no olvidaré nunca esa tarde, la coincidencia de pasar por Entrevinos “a tomar algo”. Su generosidad al dejarme participar. El ver a Carla, sentada en una mesa con buena perspectiva dibujando, el tener ganas de ver sus dibujos. El saber que ella los regalaría a alguno de los catadores. Un regalo de amistad.

Cuando vuelva a tomar un jerez, sea el que sea, recordaré esa tarde. Recordaré esa cata, sus olores, sus sabores, sus imágenes. Recordaré los dibujos. Y recordaré que yo participé y el placer que sentí de hacerlo.

Gaspar Linares Gaspar Linares Bertolin (Barcelona, 13-04-1964) es empresario, farmacéutico y un enamorado del vino y su mundo. 

Es un amante del vino, del buen vino, un incansable explorador ávido de aprender y de descubrir lugares donde la comida y el vino se den la mano.

A finales de los 90, junto a un grupo de amigos de toda la vida, se empieza a interesar por el mundo del vino y la gastronomía y crea el grupo de cata “Peña La Taberna”, a la vez que se inicia catando dentro de la recién nacida Verema.com. Gracias a ello, tiene la oportunidad de descubrir un mundo nuevo y fascinante para él y de conocer a alguna de las personalidades del vino en España (bodegueros, distribuidores, aficionados…). A muchos de ellos, hoy los considera amigos.

Peña la Taberna sigue activa y catando en su “Barraca” ubicada frente al mar en una montaña cercana a Barcelona. Sus 7 “taberneros” continúan con la misma emoción del primer día en cada encuentro que organizan. Encuentros donde el vino es lo primero.