Raíz
La Bodega Cap de Barbaria se está situada en la zona del Cap de Barbaria en Formentera, y cultiva dos variedades mediterráneas variedades mediterráneas, monastrell y fogoneu y dos atlánticas, más clásicas, la cabernet sauvignon y la merlot. Consta de dos parcelas, la principal de una hectárea, frente a la vieja casa de la finca, rehabilitada y reconvertida en Hotel, donde en diciembre de 1999 se plantó un 60% de Cabernet Sauvignon y un 40% de Merlot, con pie americano 140 Ruggieri y con una alta densidad de plantación, 5.500 cepas/ha., y la segunda parcela de poco más de media hectárea con una viña vieja de unos 50 años de Monastrell y Fogoneu, franco de pie, que aporta un carácter particular y una especial personalidad al vino Cap de Barbaria.
La alta densidad de plantación reduce la producción de uva por cepa pero mejora su calidad. El suelo, con notables diferencias dentro de cada parcela, pasa de muy arenoso en la zona de la Merlot a muy pedregoso en la zona de la Cabernet. La piedra es calcárea y agrava los efectos de la falta de agua, provocando estrés suplementario a la planta. Estas particularidades del suelo junto con un clima normalmente seco y no excesivamente caluroso en verano por la brisa marítima, hacen que el control de la maduración sea muy importante y la selección de la uva en la propia planta sea primordial.
Todas las variedades de uva se vendimian, totalmente a mano, por separado, excepto la monastrell y la fogoneu que tienen un ciclo vegetativo similar y se vendimian juntas. Los controles de maduración son estrictos, se recolecta sólo en las zonas que las uvas están perfectamente maduras, prestando especial atención a los hollejos, y con tantas pasadas como sea necesario. La elaboración se realiza también por separado de forma clásica, que comienza en la recolección siempre a mano y que como se ha dicho, con una estricta selección en la propia viña, y una vez en el lagar, que está junto a la viña, en la misma propiedad, se despalilla, se estruja suavemente y se van llenando los depósitos de acero inoxidable para la fermentación. Una vez se inicia la fermentación alcohólica del mosto junto con el hollejo, comienzan los remontados, siempre manuales, con objeto de romper la capa o sombrero formado por los hollejos, pepitas y pulpa de la uva que flotan en la superficie durante la fermentación y de esta forma conseguir una mejor extracción de color e intensificando aromas y sabores. La fermentación se realiza a una temperatura controlada de 26-28ºC con objeto de potenciar estas cualidades. Una vez acabada la fermentación se mantiene el vino en contacto con los hollejos por un período de tiempo que puede llegar a los treinta días, durante el cual se siguen los remontados diarios. Posteriormente se prensa y el vino se pasa a las barricas en la sala de crianza en donde se produce la fermentación maloláctica, transformación del ácido málico en láctico, haciendo que el vino sea más amable.
La crianza del cabernet y del merlot se realiza en diferentes tipos de barricas de roble francés, nuevas y de segundo año y la del monastrell y fogoneu con roble americano. El tiempo de permanencia del vino en las barricas es variable y sólo la prueba sensorial, la cata, es la que decide los cambios de barrica y el momento óptimo de separar el vino de la madera. Los trasiegos se hacen por gravedad con un sistema de elevación de barricas para que sean lo más suaves posible.
En función de la evolución del vino en cada barrica se decide el ensamblaje que finalmente dará el carácter y la personalidad al Cap de Barbaria y se prepara para ser embotellado. Si finalmente la evolución del vino no ha sido la esperada se opta por no sacar aquella añada al mercado.