Domaine de Chassorney es una bodega familiar con un gran respeto por el suelo y el viñedo, trabajando con el mínimo intervencionismo.
Se fundó en 1996 por el reconocido enólogo Frédéric Cossard, en Saint-Romain, un pequeño municipio que se eleva sobre las colinas de las Hautes Côtes de Beaune, y las siete hectáreas de propiedad se reparten entre los municipios de Saint-Romain y Auxey-Duresses.
Cultivan ecológicamente desde sus inicios y actualmente también realizan métodos biodinámicos. No añaden químicos y la fermentación de sus vinos es espontánea sin control de temperatura, llegando a durar varios meses.
Sus vinos son fascinantes, llenos de vida y energía, siendo de los vinos de Bourgogne naturales más difíciles de encontrar.