De una regularidad ejemplar, la familia Avril dirige uno de los Domaines más bellos de Châteauneuf-du-Pape, formado por unas fantásticas parcelas que representan perfectamente las tierras de la denominación".
La historia de Clos des Papes está estrechamente ligada a la familia Avril desde el s. XVIII. La parcela original fue devastada por la lóxera en 1865. En 1986 Paul-Eugène Avril comercializó su vino de mourvèdre bajo el nombre de Clos des Papes y participó activamente en la creación de la denominación Châteauneuf-du- Papa. Su nieto Paul se puso al frente del Domaine en 1963 después de estudiar enología en Dijon, dotando a sus vinos de una elegancia propia de los vinos de Bourgogne.
Los vinos de Clos des Papes son célebres por su constancia en el estilo y calidad añada tras añada. Provienen de 32 ha de viñedo repartidos en más de una veintena de parcelas de entre las consideradas mejores de la zona, y con una gran diversidad de microclimas. La edad de los viñedos está alrededor de los 80 años y la viticultura es ecológica.
La variedad dominante es la grenache noir, aunque también hay mourvédro y syrah, así como otras variedades tintas minoritarias. En las aproximadamente 3 hectáreas dedicadas a las variedades blancas encontramos roussanne, picardan, bourboulenc, clarirette, garnacha blanca y picpoul.
La vendimia se realiza manualmente, y las uvas pasan por cuatro otros sucesivos: uno a pie de viña, otro en las cajas, otro de camino a la bodega y un cuarto al llegar, en la mesa de selección. Las fermentaciones arrancan con un pie de cuba y se realizan dos remontados diarios –por la mañana y por la tarde–, al estilo tradicional.
La crianza se realiza en barricas utilizadas previamente durante un mínimo de 3 años, con el objetivo de evitar la presencia invasiva de la madera en unos vinos que principalmente buscan equilibrio y texturas aterciopeladas.