La familia Carillon lleva establecida en Puligny-Montrachet desde 1520, y se dedican a la viticultura desde el año 1700. Desde mediados del s. XX, la simple mención del apellido Carillon evoca automáticamente la imagen de grandes vinos blancos de Bourgogne.
En la década de 1980, los dos hijos de Louis Carillon, François y Jacques, empezaron a trabajar en la bodega. François se encargó de la viña junto a su padre, y su hermano Jacques era el responsable de la bodega. En 2010, los dos hermanos decidieron separar sus caminos. Se repartieron los viñedos en propiedad de lo que hasta entonces era el “Domaine Louis Carillon et Fils”, y surgieron dos nuevas bodegas, cada una con su propio estilo.
Antes de la separación, François Carillon era el encargado del viñedo, y ahora, como propietario del nuevo Domaine, sigue considerándose, un hombre de la tierra: “Quiero seguir siendo un campesino”. ¿Trabaja sus viñedos con métodos de agricultura ecológica, repartidas entre Puligny-Montrachet, Chassagne-Montrachet y Saint-Aubin, incluyendo 9 parcelas clase? cadas como 1er Cru. En Puligny tiene viñedos a los 1er Cru Las Combettes, Les Perrières, Las Champs-Gain y Les Folatières. En Chassagne-Montrachet, cuenta con las parcelas 1er Cru Las Chenevottes, Las Macherelles y Clos Saint-Jean, y en Saint-Aubin, posee el 1er Cru La Combe y el 1er Cru Les Pitangerets, este último plantado con pinot noir.
La bodega está situada en pleno casco antiguo de Puligny, en unos antiquísimos edificios propiedad de la familia donde François Carillon viene sus mostos. Considerado un maestro de la chardonnay –variedad protagonista de la gran mayoría de sus vinos–, también trabaja admirablemente la pinot noir y la injustamente olvidada aligoté. Todos sus vinos destacan por su equilibrio, su muñeca y su gran potencial de guardia.