La familia Leflaive lleva instalada en Puligny-Montrachet desde 1717. Fue Joseph Leflaive quien fundó Domaine Leflaive a comienzos del siglo XX. Compró varias parcelas en los mejores Grand Cru del pueblo y también decidió embotellar y vender directamente su propio vino. Con la muerte de Joseph en 1953, sus hijos se hicieron cargo del negocio, Joseph-Régis como administrador y Vincent como encargado del viñedo y bodega. Olivier, hijo de Joseph-Régis, se incorporó en 1982 después de haberse dedicado a la música y a las artes en París.
En 1984, Olivier recibió la petición de un importador norteamericano de elaborar vinos de las denominaciones más prestigiosas de la Côte de Beaune: Meursault, Puligny-Montrachet y Chassagne-Montrachet. La bodega familiar no podía hacerse cargo de este reto y fue entonces cuando Olivier decidió fundar la maison de négoce Olivier Leflaive et Frères junto con su hermano Patrick. En 1988 se une al equipo Franck Grux, en la dirección técnica, sucediendo a Jean-Marc Boillot en la tarea, manteniendo la calidad y el estilo de la casa añada tras añada.
Olivier Leflaive fue uno de los primeros en reivindicar la importancia del enoturismo y en 1997 abrió el restaurante La Table d’Olivier Leflaive y, en 2006, un hotel de 4 estrellas situado en un edificio del siglo XVII en el corazón de Puligny-Montrachet. Olivier tomó la decisión de jubilarse en 2010, aunque sigue muy ligado al día a día de la bodega. Son especialistas en vinos blancos, que suponen la mayoría de su catálogo. Actualmente poseen 26 ha que representan 82 climats repartidos entre algunas de las parcelas más prestigiosas, incluyendo dos Grand Cru.
Una de las bodegas referentes de la Côte de Beaune, asociada a uno de los apellidos más históricos y relevantes de Puligny-Montrachet. Vinos nítidos, elegantes y con una pureza de libro que expresan fielmente el terroir del que provienen.