Raíz
Con sus 600 hectáreas de terrenos, olivos, cereales, bosque y viñedos, y sus 1.000 años de historia, Oller del Mas se ha convertido en uno de los referentes de la DO Pla de Bages. La finca está situada entre la montaña de Montserrat y el Parc Natural de Sant Llorenç del Munt i l’Obac (Barcelona) y está dirigida por la 36ª generación de la familia Margenat. Fue en el 2003 cuando empezó una nueva etapa vinificando y embotellando en la propiedad, donde también se encuentra una masía medieval fortificada del siglo X.
Sus 60 hectáreas de viñedo –donde dan gran importancia a las variedades autóctonas– disfrutan de un clima con una importante variación de temperaturas entre el día y la noche, que favorece una óptima maduración de la uva y de su potencial aromático. Cultivan las variedades autóctonas picapoll blanc, picapoll negra y las tradicionales mandó, sumoll, malvasía, samsó y macabeu, junto con merlot, syrah, cabernet franc y cabernet sauvignon.
Practican una viticultura ecológica certificada por el Consejo Catalán de Producción Agraria Ecológica (CCPAE). Y, además, cuenta con el certificado de huella de carbono que la acredita como la primera bodega de Catalunya y la tercera del mundo con las emisiones de carbono más bajas (0,7 gramos por litro).
Como curiosidad, “Oller” significa “el que hace ollas”, por este motivo al escudo de la familia (y también el logotipo de la bodega) aparecen tres ollas de oro. De hecho, en medio de las viñas hay un horno de piedra seca de siglo XIII que han vuelto a encender para volver a fabricar ollas con la tierra de la finca.