Raíz

La Compañía de Vinos Telmo Rodríguez nació en 1994 cuando Pau Eguzkiza y Telmo Rodríguez junto con un tercer enólogo elaboraron un vino con garnacha de viejos viñedos de Navarra. El vino se llamó Alma. De este modo arrancó el proyecto, que en un primer momento se llamó Compañía de Vinos de La Granja. Un nombre en el que quedaba claro que la Compañía haría más vinos y que se rendía un claro homenaje a La Granja, la famosa fábrica de cristales de San Ildefonso (Segovia).
Aunque su primer vino fue todo un éxito, la subida de precios de la uva que tuvo lugar durante los años 90 unida a la falta de compromiso de las cooperativas, obligaron a la Compañía a abandonar la zona para adentrarse en otros proyectos, convirtiéndose Rueda en su segunda zona explorada.
Los inicios de la Compañía no fueron fáciles y la escasez de medios les obligó a continuar su proyecto en zonas de viñedos poco conocidos con precios de uva más asequibles. A la compra de uva se le añadieron los primeros arrendamientos de viñedos, así como la adquisición de viñedos y terrenos en propiedad. Hoy en día la Compañía tiene sus propios viñedos en Rioja, Ribera del Duero, Málaga, Cebreros y Valdeorras y arrienda viñas en Toro, mientras que en Rueda, Alicante y Cigales compran el vino y también las uvas.
Desde su nacimiento, el argumento fundamental de la Compañía ha sido la utilización únicamente de variedades autóctonas de zonas originales, así como la recuperación de viñedos olvidados. Una filosofía que contrasta con lo que estamos viendo en los últimos años, durante los cuales la implantación de variedades foráneas se está convirtiendo en la práctica habitual.
Los protagonistas:
Pau Eguzkiza, discípulo de Jean Claude Berruet (Petrus, Magdelaine, Dominus...), ha trabajado en La Rioja (Barón de Oña y Remelluri) después de ser el responsable de la cosecha 1989 en Dominus Napa Valley y de realizar trabajos de investigación por Château Petrus.
Telmo Rodríguez, también enólogo formado en Bordeaux, trabajó tres años con Bruno Prats en Château Cuerpo de Estornel y Château Petit Village. Tras su experiencia bordelesa, se fue al Ródano a vinificar a las bodegas Chave y Trevallon. Amigos como Perrin y Clape le enseñaron a vinificar variedades como la garnacha, tinta y blanca, y la syrah. Después de trabajar 10 años en Remelluri, su bodega familiar, se dedica de lleno a este apasionante proyecto.
ALICANTE
Este antiguo viñedo mediterráneo de influencia marina con grandes terrazas planas y ordenadas dio origen a una de las variedades más importantes de nuestro país: la monastrell. Alicante fue un puerto muy importante del Mediterráneo, cuya vocación comercial marcó la industria vitícola. Los vinos a raudales enviados en barcos a muchos mercados para mejorar otros vinos evitó, en cierto modo, que esta zona y, su uva de prestigio, consiguiera tener nombre propio. Sólo los clásicos "fondillones" destacaban entre los entendidos.
En la Compañía han querido elaborar un vino basado únicamente en la variedad monastrell. No podemos olvidar que un carácter marcadamente comercial también es capaz de reivindicar esa vocación de la zona.

Vinos de la bodega

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