VINOS DE JEREZ
Los vinos de Jerez
Los vinos de Jerez son quizás los vinos más versátiles que existen. Tres variedades –palomino fino, pedro ximénez y moscatel–, un sistema de crianza único de criaderas y solera que nos ofrecen distintos perfiles, de secos a dulces.
Compañeros ideales de multitud de platos de nuestra gastronomía y un placer goloso para disfrutar a pequeños sorbos. Descúbrelos
Los vinos de Jerez: Un legado enológico de Andalucía
Los vinos de Jerez son un auténtico tesoro enológico que surge de la prestigiosa Denominación de Origen Jerez-Xérès-Sherry, ubicada en la provincia de Cádiz, al extremo sur de la península ibérica. Esta región, conocida también como Jerez de la Frontera, cuenta con un clima privilegiado, influenciado por el océano Atlántico, lo que proporciona el entorno perfecto para el cultivo de la uva Palomino fino, predominante en la elaboración de estos exquisitos vinos.
Los vinos se clasifican según su proceso de crianza y las características que adquieren durante su envejecimiento. Los Finos y Manzanillas, elaborados bajo velo de flor, destacan por su frescura y aromas suaves. La crianza biológica y oxidativa dan lugar a vinos más complejos como el Amontillado y el Palo Cortado, mientras que la crianza exclusivamente oxidativa produce el Oloroso, un vino de sabor intenso y carácter robusto. Los vinos dulces de Pedro Ximénez, Moscatel y Cream completan esta variedad, aportando diferentes niveles de dulzor. La diversidad de estos vinos permite una experiencia de maridaje única, adecuada para cualquier ocasión.
Historia de los vinos de Jerez
Los vinos de Jerez han sido influenciados por fenicios, romanos y musulmanes. La Denominación de Origen Jerez-Xérès-Sherry fue establecida para proteger la calidad de estos vinos amparados.
Estos han sido influenciados por fenicios, romanos y musulmanes. La Denominación de Origen Jerez-Xérès-Sherry fue establecida para proteger la calidad de estos vinos. El sistema de crianza en solera y criaderas es clave en la elaboración de Jerez. Este método permite que los vinos adquieran una complejidad única al mezclar el vino más joven con otros más envejecidos.
Tipos de vinos de Jerez
Fino
Elaborados con la variedad palomino fino por el sistema de criaderas y solera y bajo la protección del velo de flor son vinos pálidos, con recuerdos almendrados, herbáceos y de masa fresca de pan. En boca es muy seco, delicado y ligero. Ideal con aperitivos, jamón, anchoas y pescado crudo. Servir entre 7 y 9 ºC.
Manzanilla
Las manzanillas son exclusivas de Sanlúcar de Barrameda, un enclave único que tiene el privilegio de ser una Denominación de Origen propia. Vinos pálidos, de aroma punzante y delicado, con el perfume de la camomila, frutos secos y aromas de levadura. En boca es seco, fresco y ligeramente salino. Ideal con aceitunas, salazones y jamón. Servir entre 7 y 9 ºC.
Amontillado
El amontillado procede de la fermentación completa de los mostos de la uva palomino. Se trata de un vino singular, fruto de la fusión de dos tipos de crianza, la biológica y la oxidativa, lo que hace de los amontillados vinos extraordinariamente complejos e interesantes. De color ámbar, su aroma es sutil y recuerda a avellanas, hoja de tabaco y monte bajo. En boca es complejo, aromático, penetrante y muy largo. Ideal con sopas, carnes blancas, setas, atún, quesos semi curados, así como alcachofas y espárragos. Servir entre 13 y 14 ºC.
Palo Cortado
Se trata de vinos procedentes de mostos extremadamente finos, inicialmente encabezados a 15% vol. Tras posteriores catas, se constata su evolución hacia un potencial palo cortado. El vino se vuelve a encabezar por encima de los 17% vol. reconduciéndose así hacia un proceso de crianza oxidativa. Sólo el tiempo en las soleras determinará, si esas características apuntadas por el vino joven se confirman con el tiempo, dando lugar a un auténtico palo cortado. Uno de los vinos más complejos, ya que reúne la complejidad aromática del amontillado y la corpulencia del oloroso. Grandes vinos de meditación que pueden acompañarse de frutos secos, quesos curados y guisos de carnes intensas. Servir entre 13 y 14 ºC.
Oloroso
Los olorosos están elaborados con palomino fino y toda su crianza es oxidativa. El encabezado inicial a 17 % vol. de alcohol impide el desarrollo del velo de flor, por lo que el vino envejece expuesto en todo momento a la lenta acción del oxígeno mediante el tradicional sistema de criaderas y solera. De color ámbar a caoba por el efecto de la oxidación, son vinos con un perfil aromático más cálido y potente. Notas tostadas, frutos secos, balsámicos, maderas nobles y hojas de tabaco. En boca tienen estructura y cuerpo. Suaves y glicéricos, con un pronunciado final secante. El vino recomendado para carnes rojas, caza, quesos curados y setas. Servirlo entre 13 y 14 ºC.
Pedro Ximénez
Elaborado con la uva del mismo nombre, se somete al proceso tradicional del "soleo", hasta lograr una intensa pasificación del fruto y su concentración en azúcar. Tras la crianza oxidativa, se concentran aromas y el vino va ganando en complejidad, pero sin perder el carácter fresco y de fruta típico de la variedad. Tiene un color muy intenso, casi negro, con reflejos yodados. En nariz tiene un claro recuerdo dulce, de frutas pasas, higos y dátiles con aromas de miel, fruta confitada, café y regaliz. En boca es denso, suave y con una gran acidez que compensa el dulzor. Grande con postres de chocolate, helados y quesos azules. Servirlo entre 12 y 14 ºC.
Moscatel
Obtenidos a partir de la variedad moscatel sometida al proceso tradicional del soleo, hasta lograr una intensa pasificación del fruto. Su crianza es exclusivamente de carácter oxidativo y propicia una progresiva concentración aromática. Con una concentración de azúcar que oscila entre los 180 y los 500 g/litro, son vinos ideales para combinar con postres no demasiado dulces elaborados con fruta o helados. Servir fresco, entre 12 y 14 ºC.
Cream
Elaborado con la mezcla o "cabeceo" de vinos generosos de crianza oxidativa (sobre todo olorosos) con un aporte de vino dulce natural o bien de mosto concentrado rectificado. Puede tomarse como aperitivo o acompañando fruta, repostería, foie gras o quesos azules. Servirlo a 12 ºC
Bodegas emblemáticas de Jerez
En el corazón de Jerez, destacan diversas bodegas que han dejado una huella imborrable en la historia del vino. Lustau lidera el panorama enológico, ofreciendo una amplia gama de vinos generosos reconocidos mundialmente por su calidad y sofisticación. Álvaro Domecq también juega un papel crucial en la promoción de los vinos de Jerez, combinando tradición e innovación en cada botella. González Byass y Bodegas Barbadillo son otras referencias indispensables, reconocidas por su excelencia en la elaboración de amontillado y oloroso. Bodegas Tradición y Equipo Navazos continúan enriqueciendo el portafolio de vinos de Jerez, mientras que Harveys y Williams & Humbert aportan diversidad y carácter a la oferta enológica de la región.
Lustau
Lustau, fundada en 1896, ha mantenido un compromiso con la artesanía y la atención al detalle, reflejado en sus reconocidos productos como el famoso "East India Sherry". Su enfoque en la calidad ha consolidado su posición como líder en el mercado internacional.
González Byass
González Byass, con una historia que data de 1835, es conocido por su emblemático Tío Pepe, un fino que se ha convertido en un símbolo del vino de Jerez a nivel mundial. La bodega ha sabido adaptarse a las tendencias del mercado sin perder de vista sus raíces.
Bodegas Barbadillo
Bodegas Barbadillo, con una tradición que se remonta a 1821, es especialmente famosa por su Manzanilla, un vino que refleja la esencia del entorno costero de Sanlúcar de Barrameda. La bodega combina innovación con métodos tradicionales, manteniendo una posición destacada en el sector.
Bodegas Tradición
Como su nombre indica, Bodegas Tradición se centra en la preservación de métodos de producción tradicionales, ofreciendo vinos que son auténticas joyas de la enología jerezana. Su especial atención a la crianza de sus reservas ha hecho que sus productos sean muy valorados por los conocedores.
Equipo Navazos
Equipo Navazos es un proyecto más reciente que ha ganado reconocimiento por su búsqueda incansable de rarezas y tesoros ocultos en las bodegas de Jerez. Su enfoque en la selección cuidadosa de vinos excepcionales ha revitalizado el interés por el Jerez entre sommeliers y aficionados al vino de todo el mundo.
Harveys y Williams & Humbert
Harveys se especializa en la producción de vinos dulces y generosos, mientras que Williams & Humbert se destaca por su amplia gama de productos que incluyen desde finos hasta olorosos, demostrando así la versatilidad y riqueza del terroir jerezano.
Proceso de crianza: criaderas y soleras
El sistema de soleras y criaderas en Jerez es fundamental para mantener la consistencia y calidad de los vinos de Jerez. Este método permite que el vino resultante sea un equilibrio de juventud y envejecimiento, garantizando una calidad constante.
Las botas de roble americano se utilizan para envejecer el vino, aportando un sabor distintivo que diferencia a los vinos de Jerez de otros vinos españoles El sistema de soleras y criaderas en Jerez es fundamental para mantener la consistencia y calidad de los vinos de Jerez. Este método permite que el vino resultante sea un equilibrio de juventud y envejecimiento.
La solera consiste en una serie de barricas apiladas en las que el vino se va envejeciendo gradualmente. En la parte inferior se encuentra la solera, donde reside el vino más antiguo, mientras que las criaderas, situadas en niveles superiores, contienen vinos más jóvenes. Cada vez que se extrae vino de la solera para su embotellado, se completa con vino de la criadera inferior, y así sucesivamente, permitiendo que la mezcla de diferentes añadas y estilos se integre de manera armoniosa.
Este proceso no solo permite la estandarización en el sabor y la calidad, sino que también facilita la adaptación a las variaciones en las cosechas. Además, el sistema contribuye al desarrollo de características organolépticas únicas en los vinos de Jerez, como su complejidad y profundidad, a medida que las barricas se van oxidando y los vinos evolucionan con el tiempo.
Por otro lado, la selección de las barricas, muchas de las cuales son de roble americano, también influye en el perfil del vino, ya que aportan diferentes matices y aromas. Así, el maestro bodeguero juega un papel crucial en este proceso, supervisando y ajustando las proporciones de cada criadera para lograr el estilo deseado.
Al final, el sistema de soleras y criaderas no solo es un método de producción, sino que también refleja la tradición y el legado de la viticultura en Jerez, convirtiéndose en un símbolo de la identidad de sus vinos.